El Movimiento Rastafari surgió en 1930 en Kingston (Jamaica), como un moviento religioso y socio-cultural que reivindicaba la liberación de la opresión de los descendientes de África.
Este Movimiento orientaba su mirada a Etiopía siguiendo al Príncipe Ras Tafari, último Emperador de Etiopía conocido como Haile Selassie I, al que atribuían un carácter mesiánico, era el que conduciría a los rastas a la tierra prometida.
Los cabellos trenzados, típicos del Movimiento Rastafari, son un homenaje al León de Judah que aparece en la bandera de Etiopía y los colores, verde, amarillo y rojo de sus gorros de lana, son un tributo a los colores de la misma.
Erróneamente se les considera seguidores de la música reggae y de su máximo exponente Bob Marley, cuando realmente el reggae nunca formó parte de las ceremonias rastafaris. Es la música de los tambores africanos la que se asociaba a estas ceremonias.
Tampoco están ligados al consumo de marihuana, aunque algunos sostienen que esta planta fue encontrada en la tumba del Rey Salomón, padre de Haile Selasie, es cierto que siempre se ha considerado que ciertos aromas están ligados a la apertura de la mente, facilitando la conexión interna. Para los rastas, la marihuana sería algo así como el baño de incienso que se dan los católicos en la Catedral de Santiago el Día del Apostol.
Tampoco están ligados al consumo de marihuana, aunque algunos sostienen que esta planta fue encontrada en la tumba del Rey Salomón, padre de Haile Selasie, es cierto que siempre se ha considerado que ciertos aromas están ligados a la apertura de la mente, facilitando la conexión interna. Para los rastas, la marihuana sería algo así como el baño de incienso que se dan los católicos en la Catedral de Santiago el Día del Apostol.
A día de hoy, el Movimiento Rastafari es más bien un Orden de Vida, con unos principios de convivencia basados en la libertad espiritual y terrenal que atribuye al sistema capitalista la destrucción de los valores de la humanidad y del ecosistema.
En mi opinión, igual que no soy partidaria de un mundo de blancos, no lo soy del panafricanismo que pretende juntar a todos los negros en África, la Tierra Prometida.
Estoy a favor de un mundo plural y de una convivencia pacífica entre individuos singulares.
Además, para una Atea Practicante, suena muy muy raro eso de Cristo en la Tierra en la persona del Emperador.
Aún así, iremos a la Catedral de La Trinicad a ver la tumba de Haile Selassie, aunque sólo sea como dato histórico, porque fue el último Emperador de Etiopía.
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