viernes, 31 de diciembre de 2010

Ceremonia del Café

La ceremonia del café es una muestra de hospitalidad hacia el invitado y hay que apreciar esta cortesía, de tal manera que es una falta de respeto abandonar la ceremonia sin haber tomado al menos tres tazas de café.
Entre los nervios del viaje y el café ¡No voy a pegar ojo!
La encargada de dirigir la ceremonia es la mujer de la casa y  puede durar varias horas. Primero se lavan los granos de café y se tuestan depositándolos en una bandeja casi plana situada sobre un brasero vegetal. Una vez tostados los granos, se muelen en un mortero. Y finalmente, el café molido se mezcla con agua en un recipiente de barro negro de cuello estrecho y se hierve, removiendo y colando varias veces la infusión.
En Etiopía el café no es sólo un placer para el gusto sino también para el olfato, por eso una vez tostado el grano, la anfitriona pasa la bandeja a los invitados para que disfruten de su aroma. Además, en el braseo se queman semillas olorosas, como sándalo.
Allí, el café se toma sin leche ni crema alguna y muy dulce, acompañado de algún alimento, como palomitas de maiz. Palomintas como las de aquí y no es una americanada, si es que el mundo se globalizó antes de que se inventara el término.

1 comentario:

  1. Hola chicos, felicidades por vuestro blog.
    Nosotros también nos estamos empapando de Etiopia, nos falta ponernos con el ingles, je je
    Suerte y mucho animo de otros compañeros de viaje

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Foto de la cabecera: Ahron de Leeuw