viernes, 13 de julio de 2012

Resulta que hoy el trabajo es un privilegio, no un derecho

Y tú ¿Qué quieres ser de mayor?

Estamos viviendo una CRISIS bestial en la que para mi uno de los principales problemas es la destrucción del mercado laboral y de la sociedad del bienestar. Una tasa de paro del 25% deja vendido al trabajador, los que quieren trabajar no encuentran dónde hacerlo y los que lo encuentran es casi en condiciones de explotación.
Me entristece enormemente la borágine del "sálvese quien pueda" que esto desata entre los miembros de la Masa Trabajadora, creando culpables entre miembros de un mismo grupo manipulado por una minoría que me atrevería a decir que hasta está sacando beneficio de esta crisis.
Soy funcionaria y afortunada de tener el privilegio de trabajar. El trabajo debería ser un derecho de TODOS, pero a día de hoy resulta que es un privilegio. No voy a pedir perdón por mi privilegio, que un día me curré con muchísimo esfuerzo. Yo sí me acuerdo de las renuncias que en su día tuve que hacer, claro, de eso me acuerdo yo; de levantarme a las cinco de la mañana para poder estudiar antes de ir a trabajar y ¡coño! qué frío hacía en aquella cocina de la Avda. Roma de León, aquel gélido piso sin calefacción en el que atormentaba a la vecina con mi olivetti 98; también me acuerdo del día en que sin querer mi padre me pilló los dedos con la mesa y se moría de risa pensando lo ridícula que era su hija llorando por eso, sin entender que me podía romper una pierna pero no joderme la herramienta con la que tenía que competir en una prueba de mecanografía para "luchar" por un puesto de trabajo; porque en aquellos momentos yo también estaba en el paro y acojonada, como mucha gente que a pesar de que también ha "luchado" lo está hoy, por eso desde aquí pido que el Privilegio del Trabajo sea un derecho y un objetivo de TODOS UNIDOS.
Me uno a los mineros, que luchan por unos beneficios ganados con sudor y hasta con sangre, para que lo consigan y logren ser un referente para el resto de trabajadores y nos unamos en el pensamiento de que las mejores condiciones laborales de los demás no nos quitan nada, al revés, nos pueden dar un mejor punto de anclaje en nuestra propia negociación laboral.
Y como los niños del relato, respondo UBUNTU frente a los abusos de nuestros malos gobernantes, sean del color que sean, del PSOE que me bajó el sueldo un 5%, o del PP que me lo bajó un 7.

¡UBUNTU COMPAÑEROS!
Que quiero traer a mis hijos a una sociedad mejor, con más oportunidades para todos, y empiezo a pensar que esto no será así, que igual nuestra sociedad superavanzada tiene que pararse y mirar atrás y recuperar valores que hemos dejado por el camino, esos valores que consiguieron los beneficios sociales que ahora estamos perdiendo.

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Foto de la cabecera: Ahron de Leeuw